Eran unas niñas cuando comenzaron a practicar gimnasia rítmica en Askartza Claret. Ya desde pequeñas apuntaban maneras, porque guerra si dieron, sí. Pero siempre tuvieron las ideas muy claras. Cuando todas las de su edad llevaban el maillot rosa en las exhibiciones, ellas decidieron que no, que querían el de las mayores, el de color negro, y, con el maillot negro salieron al tapiz, por supuesto. También recuerdo aquellas jornadas de gimnasia jugando a caer en paracaídas, etc....
Pero un buen día, decidisteis volver a la gimnasia rítmica. Después de cinco ó seis años fuera del colegio, formáis un equipo. Entrenáis como podéis, donde podéis y cuando el horario laboral os lo permite. Si, la mayoría de ellas tienen los estudios terminados y están incorporadas al mercado laboral.
Tengo que confesar que vuestra vuelta al deporte fue un motivo de orgullo y emoción para mí. Pero el mayor orgullo, sin duda, fue el día que pedisteis defender el nombre de Askartza Claret en las competiciones. A partir de ese momento, ningún motivo de queja, al contrario, sois un ejemplo excepcional para todas las pequeñas que todavía están en las primeras fases del deporte, y, no solamente eso, también sois unas excelentes personas, en muchos casos, dispuestas a colaborar sin pedir nada a cambio, animando a vuestras compañeras de equipo y siendo grandes dentro y fuera de la pista.
Desde aquí os deseo lo mejor, y, espero que no os desaniméis si las clasificaciones no salen como deseáis, revisarlo todo con tesón y humildad que seguro conseguís lo que queréis. Es un consejo de una más veterana aún.
Un beso a todas y seguir siendo como sois.
Marta
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