Era el año 1993 cuando entré la primera vez a Askartza, mi trabajo allí sería dar clases de gimnasia rítmica en el horario extraescolar. Todos los días coincidía con una persona que realizaba labores en el patio, y, a la que saludaba cortésmente. Meses después supe que era el director del colegio. Ese pequeño detalle, que valoré mucho en su momento, pero que con el paso del tiempo lo he valorado mucho más, me dio una pista de la calidad humana de las personas con las que trabajaría, eso no lo sabía aún, 18 años. Debo confesar que esa actitud también la he visto en la gerencia del polideportivo, acondicionando el tapiz de gimnasia preparándolo para los eventos deportivos y en infinidad de actitudes y detalles imposibles de enumerar en un sólo post.
Recuerdo las primeras exhibiciones de gimnasia, en las que no teníamos el equipo de megafonía actual. Utilizábamos un pequeño cassette, era la época de las cintas de música, aún no existía el cd, al que incorporábamos un micrófono, siempre bajo la atenta mirada de Jesus Mª y Ortega, dos fieles seguidores de la gimnasia en sus comienzos.
Por supuesto, tampoco teníamos tapiz, pero el suelo del pabellón era suficiente para realizar nuestro trabajo.
En cuanto a instalaciones, el cambio también ha sido muy grande. Por supuesto, el parking no existía, el campo de fútbol era de arena, el gimnasio azul era la sala de máquinas, los vestuarios no tenían nada que ver con los de ahora, el aula de 2 años ni siquiera estaba en proyecto....En definitiva, han sido muchos años y muchos cambios también.
Creo que he sido muy afortunada, porque he recibido de Askartza Claret mucho más de lo que yo he dado. Han sido años en los que, lógicamente, he tenido oportunidad de vivir muchas sensaciones de todo tipo, buenas y no tan buenas. Sin embargo, pasado el tiempo, sólo soy capaz de recordar las mejores. Seguramente, porque han sido más numerosas.
Desde este post, quiero agradecer a todos aquellos que habéis hecho posible estos 18 años de gimnasia, personal docente, no docente, limpieza, mantenimiento, colegio, polideportivo... A los que estáis y a los que ya no están con nosotros, Miguel Blanco, entre otros.
Sólo puedo decir GRACIAS.
Ha sido un placer trabajar con vosotros y para vosotros.
Marta.
